español abajo
This is a love letter for trans people, for everyone out there gender-bending—experimenting with and embodying radical possibilities for existing in this world. You are radiant in your truth, glorious in your power.
Today, on Trans Day of Resilience, we are sending love in the midst of an onslaught of hate. In the last three months, lawmakers have introduced over 400 anti-LGBTQ bills. As usual, the South is the primary testing ground.
Many of these bills target trans youth—our babies, our futures, and our promise of liberation. They attack books and drag shows as cover to strip us of our rights and our humanity. They are coming for our people locked up inside and our people on Medicaid. They are coming for our most vulnerable because they are gearing up to come for all of us.
It is hunger for power, not transphobia, that is the primary motivator for the people who are behind these bills. They are exploiting deep-seated cultural fears around gender to make an opportunistic power grab. Our rights and bodily autonomy are being gambled with to fuel rising authoritarianism. The impacts will not just be on trans people.
Their laws seek to write us out of existence, but these hate tactics aren’t new, and neither are we. We are birthed from a rich history, a legacy inherited from the trans elders and ancestors who came before us. Our existence is a birthright, passed down through generations who have learned to survive and thrive.
Our Black and brown, queer, and trans elders threw bricks that sparked a revolution. They built bonds of kinship and kept each other safe. And that is just what we’ll continue to do. We’ll take care of each other. We’ll speak up. We’ll fight for one another. We always have, and we always will. Our very existence is resistance, and we will exist long after the structures that oppress us have crumbled.
They cannot erase us. We will continue to fill the world with our sweet, sparkling trans magic. We will continue to dream of a world beyond the binary. Of liberation from all forms of oppression. Of a world where visibility isn’t tempered with fear but with power and love.
So today, on Trans Day of Resilience, remember, we will not stop loving you; we will not stop fighting.
Una carta de amor por el Día de la Resiliencia Trans
Esta es una carta de amor para las personas trans, para todxs quienes andan por ahí transformando el género, experimentando con, y encarnando, las posibilidades radicales de existencia en este mundo. Ustedes son radiantes en su verdad, gloriosxs en su poder.
Hoy, en el Día de la Resiliencia Trans, estamos repartiendo amor en medio de una avalancha de odio. En los últimos tres meses, lxs legisladores han presentado más de 400 proyectos de ley contra la comunidad LGBTQ. Como siempre, el Sur es el principal laboratorio de ensayo.
Muchos de estos proyectos de ley tienen como blanco a la juventud trans: nuestrxs bebés, nuestros futuros, y nuestra promesa de liberación. Atacan libros y shows de drag, utilizándolos como excusas para quitarnos nuestros derechos y nuestra humanidad. Vienen por nuestra gente encerrada tras las rejas y por nuestra gente que tiene Medicaid. Vienen por lxs más vulnerables de nosotrxs porque se preparan para venir por todxs nosotrxs.
La principal motivación de las personas que están detrás de estos proyectos de ley es la sed de poder, y no la transfobia. Están aprovechando temores culturales profundamente arraigados en torno al género para acumular más poder de manera oportunista. Están apostando con nuestros derechos y nuestra autonomía corporal para alimentar el creciente autoritarismo. Los impactos no los sufrirán sólo las personas trans.
Sus leyes pretenden borrarnos de la existencia, pero estas tácticas de odio no son nuevas, y nosotrxs tampoco. Nacimos de una rica historia, del legado que nos dejaron las personas mayores y antepasados trans que nos precedieron. Nuestra existencia es un derecho de nacimiento, transmitido a través de generaciones que aprendieron a sobrevivir y a prosperar.
Nuestrxs mayores trans, queer, negrxs y de color lanzaron ladrillos que desataron la chispa de una revolución. Construyeron lazos de hermandad y se protegieron mutuamente. Y eso es precisamente lo que seguiremos haciendo. Nos cuidaremos mutuamente. Levantaremos nuestras voces. Lucharemos lxs unxs por lxs otrxs. Siempre lo hemos hecho, y siempre lo haremos. Nuestra existencia misma es resistencia, y seguiremos existiendo mucho después de que se hayan derrumbado las estructuras que nos oprimen.
No pueden borrarnos. Seguiremos llenando el mundo de nuestra dulce y brillante magia trans. Seguiremos soñando con un mundo más allá de lo binario. Con la liberación de todas las formas de opresión. Con un mundo donde la visibilidad no sea forjada con miedo sino con poder y amor.
Por eso, hoy, en el Día de la Resiliencia Trans, no dejaremos de amarte, no dejaremos de luchar.